La idea surgió por el influjo de las enseñanzas de San Josemaría, que les llevó a poner en práctica con hechos concretos la virtud de la caridad.

Con la experiencia de Asociaciones similares de otros puntos de España se puso en marcha la Campaña, que intenta aportar un granito de arena en la solución de problemas sociales muy agudos que se viven no lejos de nuestras casas.

En la actividad de “Ningún niño sin Reyes” colaboran socios del Club juvenil Rueiro de edades desde los 13 a los 18 años, padres, monitores y voluntarios.

“En la primera quincena de diciembre - explica Manuel F. Cobián, coordinador de la campaña - ponemos en práctica un plan de concienciación. Pegamos carteles por todos los comercios de la ciudad y distribuimos cartas por los portales de las casas”.

Es habitual también la colaboración de instituciones de la ciudad. Incluso el equipo de fútbol local -el Deportivo de la Coruña- ha ofrecido entradas a cambio de juguetes...

El segundo paso es recoger los deseos de los niños que recibirán los regalos. La asociación se encarga de que esos presentes sean nuevos, no eléctricos (muchas familias tienen verdaderas dificultades para reponer las pilas); y no bélicos ni violentos.

Luego se hacen las bolsas con los regalos y se realiza la entrega en un local público que cede el ayuntamiento. Cuando los chicos acuden a recibir sus regalos, la ilusión es indescriptible...

"Los ojos de los niños cuando observan la bolsa cargada de juguetes, el agradecimiento y la alegría de las familias... Esas son las notas más humanas de esta Campaña, y que calan más en los que colaboran con ella”, señala Manuel.

Para el año que viene, su objetivo es llegar a más familias aún. Y es que no conviene olvidar que, además de los dramas sociales que tantas veces observamos por el televisor, no muy lejos de nosotros hay muchos problemas que pueden resolverse. Basta con proponérselo con metas posibles.