Niara: el balón y los libros, grandes maestros

En Niara se aprende corriendo detrás de una pelota y haciendo los deberes en la sala de estudio, porque este Centro deportivo y cultural de Valladolid (España) se ha propuesto contribuir a la educación de los jóvenes con esas dos herramientas.

El campo de juegos.

El Centro deportivo y cultural Niara ha ofrecido esta fórmula –libros y balón- a la gente joven desde hace muchos años. En Niara se han involucrado incontables familias vallisoletanas, que mediante el deporte han querido transmitir a sus hijos el afán de mejora, la superación personal, y el espíritu del trabajo en equipo.

Al estudio y el deporte, las familias que lo desean añaden la formación religiosa, que permite a los jóvenes entender con más profundidad el sentido del trabajo bien hecho, de la solidaridad o del esfuerzo. El Opus Dei se encarga de las clases de doctrina cristiana que abordan esos temas.

Este proyecto ha tomado un nuevo ritmo con la inauguración de un nuevo polideportivo en la ciudad castellana. Allí se puede jugar a fútbol sala, baloncesto, balonmano y atletismo.

El alcalde de la ciudad y otro representantes públicos asistieron a la inauguración del local.

Además, el edificio cuenta con numerosas salas de lectura que facilitan el estudio y acogen un amplio abanico de actividades extraescolares: una amplia biblioteca, talleres de ocio, salas para el asesoramiento personalizado de los chicos.

En Niara se ofrecen otras actividades extraescolares y de formación religiosa.

Además de un gran número de competiciones deportivas, Niara cuenta con dos programas dirigidos a mejorar el rendimiento escolar: Leader100 y Estudio 10 . El primero es una propuesta directa a cada uno de los jóvenes de cien aptitudes concretas, con el fin de que vayan incorporando las que mejor se adapten a su personalidad; Estudio 10 contempla el patrocinio económico de las horas de estudio de los escolares por parte de empresas, de forma que cada hora de estudio esté retribuida con un euro, cuyo destino es un proyecto de cooperación al desarrollo de una ONG.

Juan Mateo, director del proyecto, explica que “se trata de que los jóvenes desarrollen un código de valores que les permita afrontar su futuro con altura de miras, con objetivos que generen ilusión, con responsabilidad y un claro sentido de sus deberes para con los demás”.