Quería dejar a su mujer y a sus hijos

Cuando mi hermano me dijo que pensaba abandonar a su familia, me dirigí a don Álvaro del Portillo.

Photo: Brittany Simuangco, Unsplash (CC)

En mayo de 2016, mi cuñada me mandó un whatsapp diciéndome que mi hermano necesitaba hablar. A los cinco minutos del mensaje estaba llamándolo. Muy apenado me dijo que se estaba planteando dejar a su familia, que había conocido a otra persona que realmente le podía hacer feliz. En ese momento tenía dos hijos, mi cuñada estaba embarazada de seis meses y además, tiene esclerosis múltiple. Estuvimos mucho tiempo hablando, pero estaba muy convencido de lo que quería hacer.

Yo intentaba entenderle pero no me era fácil, por lo que empecé a encomendar a D. Álvaro su conversión. Aunque, como todos mis hermanos, había ido a un centro del Opus Dei durante su adolescencia, en ese momento no practicaba. Estuvo un tiempo viviendo con su familia pero quedando con la otra persona. Mi cuñada estaba sufriendo mucho, yo seguía rezando a D. Álvaro. En junio hubo un intento fallido por parte de mi hermano de intentar cambiar.

En agosto me llamó diciéndome que esa tarde se iba de casa definitivamente

En agosto me llamó diciéndome que esa tarde se iba de casa definitivamente, que no podía seguir así, que lo veía claro. A mi cuñada le quedaba una semana para dar a luz. Yo no podía entender cómo podía hacer una cosa así y no paraba de pedirle a D. Álvaro que viera lo que estaba haciendo. Mi familia, sin entender nada, apoyó a mi cuñada durante todo el proceso. Mi hermano se fue de su casa y ella decidió trasladarse a casa de sus padres. Pasó una noche fuera.

A la mañana siguiente, mi hermano me llamó llorando, diciendo que necesitaba ayuda, que había cometido una barbaridad y que se había metido en un hoyo del que no podía salir. Yo le dije que, desde que había hablado con él, no paraba de pedirle a D. Álvaro su conversión y que lo que estaba pasando era un milagro. Le dije que llamara a mi padre, que lo tenía más cerca y le podría ayudar mejor. Cuando quedó con mi padre, le pidió que lo llevara al centro del Opus Dei donde iba cuando era pequeño. Se quería confesar y hablar con alguien de la Obra para pedir consejo. Se confesó, lo atendieron de maravilla y salió reconfortado.

Dejó el trabajo, cambió de móvil, dio de baja a todos sus contactos y se fue para allá para intentar recuperar a su familia

A los dos días de suceder todo esto, mi cuñada dio a luz a su tercer hijo. Esta vez yo encomendaba que ella supiera perdonarlo. En el momento en el que mi hermano se enteró del parto, decidió trasladarse [ir a verla]. Dejó el trabajo, cambió de móvil, dio de baja a todos sus contactos y se fue para allá para intentar recuperar a su familia. Él, a raíz de todo esto, empezó a ir a misa los domingos y lleva una estampa de D. Álvaro en el coche. Actualmente viven juntos los cinco felices, y mi hermano ha encontrado trabajo. Damos gracias a D. Álvaro por este favor y [por] cuidar de esta familia.

L.T.G., abril de 2017


Clic aquí para enviar el relato de un favor recibido.

También puede comunicar la gracia que se le ha concedido mediante correo postal a la Oficina de las causas de los santos de la prelatura del Opus Dei (Calle Diego de León, 14, 28006 Madrid, España) o a través del correo electrónico ocs.es@opusdei.org.

Clic aquí para hacer un donativo.

En alternativa puede enviar una aportación por transferencia a la cuenta bancaria de la Asociación de Cooperadores del Opus Dei con IBAN número ES53 2100 1547 7502 0024 4065 y BIC, CAIXESBBXXX en La Caixa (agencia urbana de la calle Cartagena, 4, 28028 Madrid, España).