Una oposición redonda

Había una parte del temario que estudiaba mucho, pero me costaba especialmente asimilar, así que le pedí ayuda al beato Álvaro del Portillo.

Pedí al beato Álvaro aprobar unas oposiciones muy difíciles. Sobre todo, tenía miedo al segundo de los cinco ejercicios. Había una parte del temario que estudiaba mucho, pero me costaba especialmente asimilar.

De las 300 lecciones del temario, me sabía particularmente bien la número 14. Por eso, cinco días antes de la oposición, le pedí al beato Álvaro que me preguntaran ese tema.

El día del examen, al sacar la bola de los temas, ¡me tocó justo el 14! Aprobé el examen y lo hice con la mejor nota. Lo mismo me sucedió con el resto de las pruebas y pude acabar la oposición con la calificación más destacada de toda la promoción.

Eso me permitió escoger un buen destino para mi familia y para mí. Es una gracia que atribuyo al beato Álvaro, a quien sigo acudiendo en mis necesidades y en las de las personas que conozco.

Para enviar el relato de un favor recibido.

Para enviar un donativo.