Alrededor de 30.000 personas se dieron cita el pasado 4 de septiembre para participar en la XV Jornada Mariana de la Familia, el mayor encuentro de estas características que se produce en España. Torreciudad se convirtió por un día en el santuario de las familias.

El sábado muy de madrugada comenzaron a llegar al Santuario los primeros peregrinos. Los actos empezaron a las 12 con la lectura de la Ofrenda de las Familias a la Virgen de Torreciudad.

Una familia de Barcelona con seis hijos dirigió a la Virgen una oración en la que ponían bajo el patrocinio de la Madre de Dios a todos los hogares cristianos. El rector del Santuario, Javier de Mora-Figueroa, bendijo los regalos que ofrecieron a la Virgen diversas las asociaciones educativas y familias.

En total se presentaron 50 ofrendas, entre las que destacaron algunos trabajos manuales hechos por familias y un bastón de peregrino del Año Santo Compostelano. Como otros años no faltaron tampoco un buen número de ofrendas en frutos y productos de la tierra. Juan Carlos, que para estar en Torreciudad tuvo que realizar con su familia un viaje de más de 1.000 kilómetros, señaló: "Estoy muy contento de haber venido a Torreciudad con mi mujer y mis tres hijos, el más pequeño de apenas un año. Ha sido muy emocionante comprobar la alegría y el cariño de tantas familias cristianas unidas por la fe".

El acto central de la Jornada fue la concelebración eucarística presidida por mons. Javier Echevarría, prelado del Opus Dei. En su homilía, realizó una fuerte defensa del matrimonio y confió a las familias la evangelización de la sociedad bajo la protección de la Virgen. “Queridas familias”, dijo en un momento de la homilía, “tened la certeza de que sois la esperanza de la Iglesia y del mundo. Por eso os invito, con Juan Pablo II, a no cerrar a Cristo las puertas de vuestra vida y de vuestro hogar. ¡Abridlas de par en par! Dejad que entre en vuestras casas la luz que disipa todas las tienieblas”.

Puede leer la homilía completa seleccionando el enlace "Javier Echevarría: "Dejad que entre en vuestras casas la Luz que disipa todas las tinieblas".