Valentía apostólica
Hijas e hijos míos -escribe Álvaro del Portillo-, valentía apostólica: en el lugar de trabajo y en el hogar doméstico; en el silencio de un laboratorio y en el ruido de una fábrica; en el parlamento y en medio de la calle: en cualquier lugar donde nos encontremos, allí debemos ser apóstoles, con determinación: ¡Dios y audacia!
Hombres y mujeres humildes
"Para cumplir el deber divino, pensadlo bien -escribe Álvaro del Portillo al comentar la escena de la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel-, no suponen obstáculo nuestras limitaciones, con las que el Señor ya cuenta; basta la humildad, porque Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes".
Amar a la Iglesia, servirla como Ella quiere ser servida
Álvaro del Portillo plantea unas preguntas para aumentar el amor y el servicio a la Iglesia.
Pedir a la Virgen por la Iglesia
“Supliquemos a Nuestra Señora -pide don Álvaro- que sean muchas, muchísimas, las almas que entren en la Iglesia Santa, o que a Ella vuelvan si se habían alejado.”
¿No es para gritar una y mil veces "vale la pena"?
Ante la Resurrección del Señor, Álvaro del Portillo anima a fomentar la esperanza de alcanzar el Cielo, que saciará "plenamente las ansias de felicidad del corazón humano".
Ir y volver a Jesús constantemente por María
"Pensad que nuestra Madre del Cielo se merece todo el amor de nuestros pobres corazones", escribió Álvaro del Portillo. A las puertas del mes de mayo, el sucesor de san Josemaría plantea varios detalles con los que podemos aumentar nuestro amor a la Virgen María.
Responder con alegría al querer de Dios
Don Álvaro plantea varias preguntas para que luchemos con " fidelidad constante a los compromisos libremente adquiridos al responder afirmativamente a la vocación".
Obedecer como Cristo
Álvaro del Portillo considera en las escenas de la Pasión la virtud de la obediencia: "Ha de ser la obediencia de los católicos –la nuestra, por tanto (…)– una obediencia como la de Cristo, que nace del amor y al amor se ordena, que en todos los momentos se ve sostenida e impulsada por el amor".
María es el mejor camino para obtener una contrición que nos limpie
María es "es el mejor camino para obtener una contrición que nos limpie y nos apriete al corazón de Cristo, más íntimamente de lo que estábamos antes de cada tropiezo", aconseja Álvaro del Portillo.
Cuaresma: un hondo sentido de reparación
"Vamos a dar a nuestra mortificación y a nuestra penitencia –que han de ser más intensas en este período de Cuaresma- un hondo sentido de reparación", aconseja don Álvaro.