
Conocerle y conocerte (XI): Sois una carta de Cristo
La relación con Dios en nuestra oración está íntimamente unida a todas nuestras acciones en la vida cotidiana. Lo señaló Jesús en su predicación y lo recordaba siempre san Josemaría.
Evangelio del día y comentario: reflexión diaria sobre el evangelio del día para orar con la Palabra de Dios.
La relación con Dios en nuestra oración está íntimamente unida a todas nuestras acciones en la vida cotidiana. Lo señaló Jesús en su predicación y lo recordaba siempre san Josemaría.
A lo largo de nuestra vida de oración también aparecerán dificultades o dudas. Hay muchas razones para pensar que en esos momentos Dios está especialmente cerca.
Las palabras que utilizaba san Josemaría al iniciar o terminar su oración pueden también servirnos de guía para la nuestra.
El buen ladrón con una palabra robó el corazón a Cristo y abrió las puertas del Cielo. Así es la oración: una palabra que roba el corazón a Jesús y nos permite vivir, desde ese momento, junto a Él.
El sentido de la filiación divina lo cambia todo, como cambió la vida de san Josemaría cuando descubrió inesperadamente ese Mediterráneo.
Oración: diálogo del hombre con Dios, de corazón a corazón. Una relación en la que el hombre puede poner cada vez más empeño, como se sugiere en este texto editorial.