Como en años anteriores, el Cine Avenida, en la Gran Vía madrileña, acogió el XXIV Concurso Nacional de Villancicos, organizado por el Club Roca, en el que participó una docena de grupos de toda España, en las categorías juvenil y familiar.

“Se trata de una ocasión de reunir a las familias y de fomentar esta tradición navideña, con sabor popular”, afirma Pilar Miguel, una de las organizadoras del certamen. “Se valora la calidad de la música y se tiene en cuenta también la ilusión y el esfuerzo, pues los que cantan no son profesionales y han dedicado parte de su tiempo libre a ensayar y prepararse mejor y en familia para la Navidad”.

El Club Ipar, de Bilbao, fue el ganador de la categoría juvenil, con el villancico titulado “El burrito Meterete”. En la categoría familiar, el premio correspondió al Club Roca, por primera vez en la historia de este concurso. Fue interpretado por una representación de familias de las 130 asociadas del club, que durante los últimos meses se reunieron para ensayar el villancico italiano “Tu scendi dalle stelle”. Fue interpretado a capella por unas cincuenta voces de mayores y niños. La familia Sánchez Izquierdo, en nombre de los miembros de la junta directiva del club, agradeció con simpatía la colaboración de todos los participantes.

El jurado estaba compuesto por la directora general de Familia de la Comunidad de Madrid, Blanca de la Cierva; el cantautor e intérprete Emilio José; la periodista Marisa Machín; la galerista Alma Ramas y el matrimonio Brañas-Pampillón, en representación de los padres del club.

Tras las actuaciones, las participantes del Roca ofrecieron un festival de música, cine y baile, “Madrid Baila”, que habían preparado durante el trimestre y que arrancó el aplauso del público. La coreografía era original de Luli Tello de Meneses y Pilar Miguel: se alternaban imágenes de bailes en distintos lugares de Madrid con los realizados en directo sobre el escenario.

Estudio Solidario

Durante el mes de diciembre las asociadas del Club Roca también colaboraron con el proyecto Estudio Solidario. “Esta actividad pretende conseguir que las chicas estudien y, a la vez, piensen en personas desfavorecidas a las que pueden ayudar con su esfuerzo”, explica Pilar Miguel. El número de horas de estudio permitía acceder a diferentes premios: turrones, dulces, etc.

“Se organizó una colecta previa y eso nos permitió conseguir los productos. Por horas de estudio, ganaron las de bachillerato, y el segundo premio recayó en 1º de la ESO. Después, desde el 20 de diciembre, entre todas repartieron los regalos a las familias necesitadas del barrio de Tetuán de Madrid”.