“En estos momentos mis sentimientos son de conmoción y de gratitud hacia mons. Giussani. Su muerte supone una gran pérdida para la Iglesia. Pienso especialmente en los innumerables jóvenes que han descubierto el Rostro de Cristo a través de sus palabras iluminantes, y en todos aquellos que deben a él el descubrimiento de la propia vocación cristiana.
Su tránsito al Cielo se ha producido en las primeras horas de la fiesta de la Cátedra de San Pedro: me parece todo un símbolo de una existencia dedicada por entero al servicio de la Iglesia.
Con la segura esperanza de que el Señor habrá premiado su generosidad, deseo hacer llegar a todos los hijos espirituales de mons. Giussani la expresión de mi afecto más sincero y mi unión en la oración a su dolor”.
+ Javier Echevarría