2.500 pajes para fortalecer los vínculos que importan de verdad

«Somos como los pajes de los Reyes Magos, a los que nadie ve», afirma Nacho San Román, de la asociación Ayuda en Red. En los últimos días han repartido más de 10.000 regalos a familias y asociaciones que trabajan en diferentes barrios desfavorecidos de Madrid, entre ellos a 700 niños de Cañada Real.

Alfa y Omega 700 regalos para los niños de Cañada Real

Antiguo director del colegio Tajamar, San Román ha coordinado a un numeroso grupo de voluntarios para gestionar los deseos escondidos en más de 2.500 cartas a los Reyes Magos recibidas por las asociaciones que trabajan tanto en Cañada Real como en residenciales de Cáritas y en viviendas que acogen a víctimas de trata.

«Queremos ayudar y dar cobertura a esas instituciones que están trabajando al pie del cañón todo el año, haciendo una labor constante y extraordinaria», asegura San Román, para quien el objetivo de su acción es «fortalecer los vínculos que importan de verdad: los de los niños con sus padres y los de la familia con las asociaciones que trabajan con ellos».

«Ellos son los que están pico y pala los doce meses del año, y nuestra intención es ayudarles en esa labor tan oculta y eficaz que hacen en el día a día», afirma.

Para esta iniciativa han contado con la participación de 2.500 voluntarios –uno para cada carta–, que se han encargado de responder con un regalo personalizado para cada niño. En una segunda fase han colaborado otros 400 voluntarios que se han encargado de repartir los regalos a asociaciones y familias para que los niños puedan abrirlos en sus casas el mismo día de Reyes.

No es la primera vez que prestan esta ayuda en Cañada Real. De hecho comenzaron aquí hace seis años repartiendo regalos en la parroquia. «Este año, por las circunstancias que vive el barrio, los Reyes han añadido ropa de abrigo y linternas a sus regalos. Al final, los niños de Cañada son como todos, y tienen derecho a las mismas ilusiones y a las mismas oportunidades que los demás», dice Nacho.

Ayuda en Red surgió por la coordinación de un grupo de familias para hacer cobertura puntual en momentos concretos del año, repartiendo regalos u organizando cenas de Navidad como se venía haciendo hasta ahora.

Durante el confinamiento se enfrentaron al desafío de dar respuesta «a peticiones que nos llegaban de personas que estaban muy aisladas», y por eso apadrinaron 4.000 lotes de comida básica que luego enviaban por mensajero.


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«Cada vez nos llegaban más necesidades pero también surgían más familias interesadas en apadrinar», dice San Román, cuyo objetivo es moverse en red con otras instituciones, «sin mirar quién es quién y trabajando codo a codo, es una labor muy bonita que tenemos que hacer».