Los años de vida de Javier Echevarría como prelado del Opus Dei

Ayer, 11 de diciembre, víspera del segundo aniversario del fallecimiento de Mons. Javier Echevarría, se presentó en la Librería Neblí (Madrid) el libro de Ernesto Juliá “Instantáneas de un cambio. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei”, que acaba de publicar la editorial Palabra.

Presentó el acto Salvador Bernal, periodista que entrevistó a D. Javier Echevarría sobre sus recuerdos de san Josemaría publicados en el año 2000 bajo el título Memoria del Beato Josemaría Escrivá. Bernal destacó el amplio conocimiento que tiene el autor del libro, Ernesto Juliá, sobre Mons. Echevarría, porque “fue testigo de primer nivel en muchos hechos importantes de su vida”.

Resaltó también la profunda identificación de los dos sucesores de san Josemaría, el beato Álvaro del Portillo y D. Javier con el espíritu de san Josemaría. Y cómo en frecuentes ocasiones subrayaron ambos que “siempre serán tiempos de san Josemaría”, aludiendo a que la vida y los escritos de san Josemaría, su identificación con Jesucristo y su servicio a la Iglesia, al Papa y a las almas, siempre serán un referente constante para los fieles del Opus Dei y muchas otras personas que se forman alrededor de la labor de la Obra.

Juliá resaltó la profunda identificación del beato Álvaro del Portillo y don Javier con el espíritu de san Josemaría

A este propósito, el autor del libro, Ernesto Juliá, en su intervención citó un texto de san Josemaría: “Gratias tibi, Deus, gratias tibi! Un cántico de acción de gracias tiene que ser la vida de cada uno. Porque ¿cómo se ha hecho el Opus Dei? Lo has hecho Tú, Señor, con cuatro ‘chisgarabís’… ‘Stulta mundi, infirma mundi, et ea quae non sunt’”[1]. Pues bien, D. Javier, según la mente del Fundador, se veía a sí mismo como un “chisgarabís”, con el que Dios contaba para hacer la Obra. Y señaló que él ha querido escribir un libro sobre cómo influyó en la personalidad de Mons. Javier Echevarría ser elegido prelado del Opus Dei, cuando “el hermano mayor se convirtió en Padre”. Subrayó que “esos cambios exigen mucha presencia de Dios y mucha humildad”.

Ernesto Juliá ha escrito un libro sobre cómo influyó en la personalidad de Monseñor Javier Echevarría ser elegido prelado del Opus Dei

Ernesto Juliá resaltó que Javier Echevarría siempre “defendió la libertad de cada fiel del Opus Dei para hacer la Obra, cada uno a su manera, a su aire, con su propio modo de ser y su personalidad, viviendo a la vez todos el mismo espíritu”. Y así “fomentó la creatividad de todos, sin encerrarla en cauces estrechos”.

Juliá continuó diciendo que D. Javier “era un hombre de fe profunda; ordenó sacerdotes a más de ochocientos fieles del Opus Dei y durante el tiempo que fue prelado del Opus Dei, comenzó la labor apostólica de la Obra en servicio de la Iglesia en veinte nuevos países, algunos con una población católica muy minoritaria y con difíciles situaciones para la evangelización”.

A Javier Echevarría Dios le dio una gran apertura de corazón, que se manifestaba en el afecto e atención que ponía en las personas

Resaltó Ernesto Juliá que a Javier Echevarría Dios le dio una gran apertura de corazón, que se manifestaba en el afecto atención que ponía en las personas. Esta actitud que procuró vivir en su vida, se manifestó de modo heroico momentos antes de fallecer: preguntó a quien le acompañaba si había cenado y le insistió en que lo hiciera.

Afirmó el autor del libro que Javier Echevarría era una persona humilde: pedía perdón cuando le parecía que se había equivocado; no tomaba decisiones sin pedir consejo y asesorarse; aceptaba las sugerencias que se le hacían. Siguiendo al Fundador, era frecuente que pidiera oraciones para ser bueno y fiel. Concluyó que “D. Javier al ser elegido Prelado, ha desaparecido a sí mismo; y así se hace el Opus Dei”.


[1] (cfr. Consumados en la unidad, 2d. 27.3.1975. Meditación recogida en el libro En diálogo con el Señor. Textos de la predicación oral. S. Josemaría Escrivá de Balaguer, Obras Completas, V/1. Ed. crítico-histórica preparada por Luis Cano y Francesc Castells. Pag, 419. . Ed. Rialp. Madrid, 2017.