​La comunicación, otro modo de acoger a migrantes y refugiados

Superar algunas narrativas simplistas e informar sobre la inmigración de una manera seria y respetuosa de la dignidad humana y de la conciencia cristiana ha sido el objetivo de una jornada de estudio en la Universidad de la Santa Cruz.

Padre Michael Czerny SJ, principal colaborador del Papa Francisco en la sección "Migrantes y Refugiados" en la Santa Sede.

La comunicación sobre migrantes y refugiados fue el tema central de una Jornada de Estudio organizada el pasado 31 de enero en Roma por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, la Asociación ISCOM y Harambee Africa International (Vea el programa). Participaron 85 periodistas y comunicadores de organizaciones sociales dedicadas a la ayuda de inmigrantes. La jornada, que tuvo lugar en el aula Álvaro del Portillo, contó con la colaboración especial del staff de la oficina de Migrantes y Refugiados de la Santa Sede.

"La información sobre los migrantes y refugiados puede promover el miedo o la solidaridad"

En la ayuda a los migrantes y refugiados "no hay 'una' línea de acción, sino muchas respuestas posibles", afirmó en la sesión de apertura el padre Michael Czerny SJ, principal colaborador del Papa Francisco en la sección "Migrantes y Refugiados" del Vaticano.

Fue una idea de fondo que se escuchó a lo largo del seminario. "La mejor línea es que cada uno dé una mano como pueda. Y para ustedes, periodistas, la ayuda puede estar en la cámara: contar su historia con sensibilidad". En este sentido, "la comunicación es otro modo de acoger". A este propósito, Czerny señaló que "la información sobre los migrantes y refugiados puede promover el miedo o la solidaridad: no todo dependen de la comunicación, obviamente, pero el modo de informar juega un papel muy importante en uno u otro sentido".

Jaime Cárdenas, director de investigación de Harambee-España y experto en mediación y resolución de conflictos internacionales, ofreció un panorama sobre los refugiados en el mundo: conceptos, datos, tendencias, herramientas para informar con rigor. Con una premisa: "que los datos y estadísticas no nos oculten a las personas que hay detrás".

En la actualidad hay 25.4 millones de refugiados, 3.1 millones de solicitantes de asilo, 40 millones de desplazados internos y 10 millones de apátridas. La mayoría de refugiados, explicó Cárdenas, son consecuencia de las 33 guerras civiles actuales: 14 en África, 9 en Asia, 6 en Oriente Medio, 3 en Europa y una en América.

Diego Contreras, profesor de comunicación en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, mostró los contrastes entre el fenómeno real de la inmigración y la percepción exagerada en la opinión pública. Para Contreras, "algunos factores de noticiabilidad periodística (conflicto, polarización, espectacularización...) suponen una dificultad estructural para informar bien, pues hacen que prevalezca una narrativa del fenómeno visto fundamentalmente como problema".

Entre otras cosas, Contreras propuso la "especialización" periodística como vía para difundir una narrativa más acorde con la dignidad de las personas y mencionó tres pilares que pueden ayudar a un periodista: "leer y estudiar los documentos (conocer los datos reales); observar las situaciones (visitar los escenarios); y, hablar con los protagonistas (inmigrantes, refugiados, desplazados)". Además, "en la cobertura de estos fenómenos habría que partir del hecho de que los desplazados son 'víctimas', no 'culpables', y por tanto fuente periodística principal. Quizá vale la pena darles más voz a ellos y un poco menos a los políticos".

La periodista y profesora Paola Springhetti, de la Facultad de comunicación de la Pontificia Universidad Salesiana, trató sobre la ética en la cobertura informativa de los inmigrantes. Propuso la "Carta de Roma" de 2018 como punto de referencia ético para quienes han de informar sobre el tema. Subrayó que, "en la actualidad muchos medios se imponen reglas para informar mejor de los fenómenos migratorios. Pero el estereotipo y el 'hate speech' ("nos roban", "nos quitan el trabajo", etc.) aumentan en las redes sociales". Lo que está pasando en las redes, indicó, "supone un reto urgente y diverso".

La jornada concluyó con una mesa redonda con periodistas y representantes de organizaciones implicadas en la ayuda a los migrantes y refugiados. Para la periodista Fany Carrier, corresponsal de la AFP en Roma, cubrir bien estos temas implica "ir al lugar de los hechos, pues es el único modo de saber qué sucede". No basta con hablar de los inmigrantes, dijo, sino que "hay que hablar con ellos". La periodista Irene L. Savio mencionó también la necesidad de "contar el fenómeno en toda su complejidad, escuchando todas las voces", de "usar más el fact-checking" y de "ser claros".

Donatella Parisi, portavoz del Centro Astalli de Roma, señaló que para superar la narrativa sobre los inmigrantes en clave únicamente de emergencia o problema "hay que contar un día y otro, con constancia, historias inspiradoras de inmigrantes y refugiados, historias llenas de belleza como las que vivo a diario en nuestro centro".

Para Gabriella Bottani, de la red internacional talithakum.info contra la trata de personas, la información resulta clave para "romper la anestesia que impide sufrir con personas cuyos derechos humanos fundamentales han sido violados".

También Daniela Pompei, portavoz de los corredores humanitarios que promueve la Comunidad de Sant'Egidio, mencionó que una buena comunicación era otro modo de acoger a estas personas, y a veces con efectos directos: "después de cada rueda de prensa sobre los corredores humanitarios -explicó para ejemplificar- nos llegan personas nuevas que se ofrecen a acoger refugiados. Por eso vale la pena hablar, comunicar e indirectamente apelar a todas las personas que pueden ayudar de un modo u otro".

La iniciativa, explican los organizadores, "nació del deseo informar sobre el tema de una manera seria y respetuosa de la dignidad humana y de la conciencia cristiana; de subrayar las múltiples distorsiones que afectan a este fenómeno y de promover un diálogo entre periodistas que informan sobre estos temas, con el deseo de superar algunas narrativas simplistas". Otro objetivo era "ofrecer herramientas para cubrir adecuadamente las cuestiones relacionadas con los migrantes y los refugiados".