¿Qué tenía esta profesora?

Los doce años (1964-1975) que Guadalupe Ortíz de Landázuri impartió clase en la Escuela de Maestría Industrial de la Calle Santa Engracia, dejaron huella en muchos alumnos. El pasado jueves, varias antiguas alumnas contaron algunos de los recuerdos de su profesora de Química.

Guadalupe Ortíz de Landázuri impartió clases de química en la Escuela de Maestría Industrial Santa Engracia desde 1964 a 1975. Durante esos años dedicó mucho tiempo y esfuerzo a la formación de sus alumnas y dejó una profunda huella en ellas y en las profesoras de este centro.

Con este motivo, el jueves 9 de mayo ha tenido lugar en el IES Santa Engracia una mesa redonda presidida por la Directora, Almudena Marcos Ortíz, en la que intervinieron también dos antiguas alumnas de Guadalupe y la historiadora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, Mercedes Montero Díaz, autora de una biografía sobre Guadalupe publicada por la editorial Rialp: En Vanguardia.

Dos alumnas de Guadalupe Ortiz de Landázuri relataron algunas impresiones de su profesora de Química

Una adelantada a su tiempo

La Directora del IES Santa Engracia, Almudena Marcos, recordó que la Escuela Femenina de Maestría Industrial Santa Engracia comenzó su andadura en 1963 en su actual emplazamiento, el Palacio de los Condes de Vilana y más tarde se amplió con el contiguo edificio del Instituto de la Almudena.

El Salón de las Columnas, decorado con frescos y estucos del siglo XVIII, lugar donde se desarrolló el Coloquio, era un aula habitual de las clases que impartían Guadalupe y otras profesoras. Y destacó que la Profesora Ortiz de Landázuri fue una “adelantada a su tiempo”.

“Nos imantaba con su modo de hacer y de hablar”

Carmen Puelles Redondo, antigua alumna de Guadalupe y más tarde profesora y Directora del IES Santa Engracia, recuerda el excelente plantel de profesores, entre los que destacaba Guadalupe: “nos imantaba con su modo de hacer y de hablar”. Nos enseñó a compaginar los distintos aspectos de la vida: el trabajo, la familia… “Lo tenía todo: guapa, bella, elegante, siempre alegre, buena compañera, santa. Para nosotras era santa, por la naturalidad con la que vivía su fe”. Una de las asistentes al Coloquio, preguntó con sentido del humor sobre el apelativo o modo de llamarla las alumnas, que todo profesor tiene; Carmen Puelles contestó que a Guadalupe la consideraban santa y la llamaban así entre sus alumnas, con gran respeto.

Y continuó: “era un modelo muy atractivo para nosotras, por su alegría: siempre estaba sonriente, no la recuerdo nunca enfadada y con una mala cara”. En otro momento añadió: “cuando nos ponía un examen, nos dejaba solas y a nadie se le ocurría copiar, pues era tal la relación de confianza que tenía con sus alumnas, que nos habríamos sentido fatal si lo hubiéramos hecho: nos enseñó a ser sinceras, a amar la verdad”.

El IES Santa Engracia está junto al Patronato de Enfermos, del que san Josemaría fue capellán

Continuó: “tenía una gran confianza en nosotras, sabía sacar lo mejor de nosotras y se alegraba mucho con nuestros éxitos. La recuerdo ahí, sentadita, aplaudiendo a sus alumnas cuando hacíamos una pasarela de modas dos veces al año en este salón: con qué alegría nos aplaudía al vernos hacer bien nuestro trabajo”. Una vez que se tuvieron que juntar las alumnas de dos clases por ausencia del otro profesor, cuando entró Guadalupe se hizo un silencio, y cuando acabó la clase, me dijo una alumna de la otra clase: “¿esta es vuestra profesora de Química? Jó, ¡qué suerte tenéis!”

Y concluyó: “Desde hace quince años no ha pasado ningún día sin que me acuerde de Guadalupe, todos los días me acuerdo de ella. Y esto no lo digo solo ahora, lo he dicho siempre”.

Tenía “duende”, un don especial para estar cerca del alumno

Natividad Velasco González comenzó sus estudios en la Escuela de Maestría Industrial el curso 1965/1966 y recuerda la buena formación que recibieron, con asignaturas de formación general como Lengua, Literatura, Dibujo, Política, Gimnasia, además de Física, Química, etc. Y los excelentes profesores que tuvieron.

“Me hizo amar la Química, despertando mi interés por medio del análisis de la composición de los cosméticos”, destacó una de las alumnas de Guadalupe

A Guadalupe la recuerda especialmente por “su carisma, su elegancia y cómo sabía estar cerca del alumno, se daba e interesaba por sus problemas”. Afirmó que “me hizo amar la Química, despertando mi interés por medio del análisis de la composición de los cosméticos”. Y concluye: “cuando tienes una persona que sabe llegar al alumno, pienso: esta persona tiene duende: Guadalupe tenía duende, un don especial, a mí me metió el gusanillo de la Química e intenté matricularme en la Facultad de Químicas”.

Y concluyó: “después de tantos años, la recuerdo perfectamente; en mis círculos de amistades y de trabajo la he recordado en muchas ocasiones y no la he olvidado ni la olvidaré nunca”.

Ambición por transformar el mundo

La profesora de Historia de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, autora de la biografía En Vanguardia, centró su intervención en el contexto histórico de la vida de Guadalupe como mujer, y cómo ayudó a otras mujeres a entrar en el espacio público; comenzó por una referencia personal: cómo su ejemplo le ayudó a ella profesional y humanamente, y cómo Guadalupe se interesaba por elevar las miras humanas de las mujeres a las que trataba. Citó una carta a san Josemaría desde México cuando le manifestaba con confianza su preocupación por las mujeres a las que estaba ayudando: “tenemos –decía– que llenarlas de afán de cambiar y mejorar su entorno porque están como vacías: les falta ambición para mejorar ellas y a la vez, transformar el mundo”.

Intervino una antigua alumna de Guadalupe que se encontraba entre el público y resaltó que “sabía ver lo que había en las personas. Fui alumna de Guadalupe y en una ocasión se acercó a mí y me dijo: ‘esta es tu nota, un 7,6; puedes dar más”. Otra antigua alumna comentó que estaba preocupada por un trabajo que tenía que hacer sobre el poliuretano y Guadalupe se enteró; al cabo de unos pocos días, se le acercó y le dijo: “no te preocupes, Teresa, porque he encontrado un sitio donde podrás informarte sobre este material”.

La Directora del IES Santa Engracia concluyó el acto agradeciendo la asistencia a todos y alegrándose porque el acto haya sido ocasión de que las antiguas alumnas de Guadalupe compartieran sus recuerdos y el bien que les había hecho su Profesora.