La aureola de una vida corriente

José María Echevarría escribe con motivo de la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri, El sábado 18 será beatificada “una mujer tan normal como la vecina de arriba”, dice.

La Opinión (A Coruña) Hacia los altares (Descarga en PDF)

Para nosotros, dijo uno de los vicedecanos de la Universidad Complutense de Madrid en una mesa redonda celebrada en la Facultad de Químicas era un acto de justicia, ella era colega nuestra?".

Una colega que incluso consigue milagros, como el que la ha aupado „la desaparición instantánea de un tumor maligno en un adulto a los altares. El sábado 18 será beatificada una mujer tan normal como la vecina de arriba. Tras la canonización (2002) del fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá, y la beatificación (2014) del primer sucesor, Álvaro del Portillo, ambos sacerdotes, Guadalupe Ortiz de Landázuri (Madrid, 1916-75) es la tercera persona del Opus Dei, y la primera laica, en llegar a los altares con la aureola de una vida corriente.

Ahora pasará de venerable a beata, en la acepción de bienaventurada no en el sentido peyorativo de meapilas, en una solemne y litúrgica ceremonia en sitio tan laico como el Vistalegre Arena de Madrid.

Tuvo novio, se doctoró en Químicas y ejerció luego su profesión como profesora e investigadora, colaborando además en otras ocupaciones de atención y servicios a múltiples personas de todas las circunstancias sociales y estamentos, jóvenes, profesionales y madres de familia, en Madrid, Bilbao, México y Roma acercándolas a Dios, con una aportación además muy valiosa a las ciencias domésticas. Todo un ejemplo.

José María Echevarría

La Opinión