Con la ayuda de mi familia

Soy José Tomás Ruiz y siempre he tenido un carácter inquieto y emprendedor. Cuando fui diagnosticado de mi segunda discapacidad, la Esclerosis Múltiple, decidí fundar una asociación de afectados por esa enfermedad

Soy José Tomás Ruiz, discapacitado de nacimiento. Siempre he tenido un carácter inquieto y emprendedor. Desde muy niño he tenido que luchar por demostrar que podía hacer aquello que me proponía, tras haber evaluado mis posibilidades dentro de mi discapacidad. He creído siempre que toda persona tiene un perfil diferente de otros, pero no es más válido ni menos válido por ello, tan sólo hablaría de capacidad diferente. Soy del Opus Dei.

Para mí, las posibilidades de una persona dependen de reconocer hasta donde podemos llegar y el empeño que pongamos en conseguir nuestras metas. Tengo muy claro que ¡podemos!... con fe y firme voluntad.

Debemos agradecer la ayuda de los demás, pero cada persona tiene su vida. Indudablemente aquellas personas que nos rodean, nos tienden su mano con todo el cariño, pero en nosotros está el tratar de depender cada vez menos.

Nuestra labor debe ser de ánimo y ejemplo, de lucha ante la adversidad. Tenemos que ser capaces de aprovechar nuestras limitaciones para dar ejemplo de lucha y superación ante los reveses que puede depararnos el devenir de los acontecimientos.

A mi juicio la resignación debe quedar en nuestro interior y debemos transmitir la alegría que da saber que cada día conseguimos una nueva meta. Podemos conseguir de esta manera ayudar a superar diferentes situaciones y, cuando nos ayuden, verán que son coparticipes de un proyecto de éxito seguro.

Por todo esto, cuando fui diagnosticado de mi segunda discapacidad, la Esclerosis Múltiple, decidí fundar una asociación de afectados por esa enfermedad, una forma también de superar la autocompasión, y ayudar a la vez que beneficiarios de las ayudas de los demás.

Los principios fueron, como todos los principios, duros, muy duros. Sólo el empeño del equipo inicial, capitaneado por mi familia (soporte tanto a nivel personal como asociativo) ha hecho posible la continuidad del proyecto. Además de mi mujer Patricia, también mis hijos José Omar y su esposa Raquel, Zeus Jesús y María Patricia colaboran con esta iniciativa desde el principio.

La incomprensión, el desconocimiento y la falta de apuesta por este proyecto son solventadas por el tesón, la entrega y la fe en la necesidad del mismo. Nuestro lema se basa en tres puntos:

- Hablamos de capacidad diferente frente a discapacidad.

- Hablamos de autonomía frente a dependencia.

- Hablamos de vida digna frente a muerte digna.

Para solventar, precisamente, ese desconocimiento generalizado sobre la discapacidad y/o dependencia y el derrotismo generalizado, la falta de apoyos a un proyecto desconocido -como es el tratar de hacer ver al inválido su validez, al discapacitado su capacidad diferente y al dependiente las posibilidades de alcanzar cierta autonomía- la Asociación inició su marcha intentando sensibilizar al conjunto de la población y organizamos unas jornadas técnicas, que suscitaron una respuesta excepcional entre los profesionales sanitarios de nuestra comarca.

Pronto nos dimos cuenta de que en nuestra Asociación no sólo teníamos personas discapacitadas como secuela de la esclerosis múltiple, sino que nos encontramos con víctimas de accidentes, esclerosis lateral amiotrófica, lesionados medulares, fibromialgia y una larguísima lista de afecciones. La necesidad de extender oficialmente nuestro campo de acción a esas personas nos llevó a fundar una nueva asociación más amplia. Entre las dos, estamos ya cerca de los dos mil asociados. Contamos con financiación pública y privada.

Otra actividad que pusimos muy pronto en marcha y que están teniendo un gran éxito son las Jornadas de Convivencia. Desde el año 2004 tratamos de juntar a todas las personas discapacitadas o asociaciones en una jornada lúdica en la que gratuitamente pueden venir a pasar un sábado, tomando paella y participando en actividades recreativas, dejando a un lado los problemas. Estamos todos: familias, niños, adultos. Los niños juegan unos con otros sin tener en cuenta para nada si alguien lleva muletas o no, y no veas si tienen a su alcance una silla de ruedas libre… Tan sólo pusimos desde el principio una condición: cada familia debía aportar un postre para compartir y participar en un concurso. Compartir se comparte, pero el premio suele ser siempre un detallito (placa etc.) que se lo llevan todos. Y puedo asegurar que traen lo mejor de la repostería de la Comarca. Hasta unos pastelitos muy conocidos en la EFA El Campico, los “Chatos y las Zamarras” de las Dominicas de Orihuela. ¡Riquisimos!

Tanto en nuestras relaciones con las administraciones como con los medios de comunicación donde hemos intervenido, insistimos en que si aportamos calidad de vida a una persona enferma y a su entorno, no cabe plantearse palabras como “muerte digna”, ya que tienen una “vida digna”.

En el primer trimestre de 2007 pusimos en marcha el Servicio de Integración Laboral Sil Vegadis, que consiste en hacer de intermediarios entre las personas de la Vega Baja afectadas de algún tipo de discapacidad y el tejido empresarial.

Las sesiones del Servicio de Integración Laboral se llevan a cabo cada mes en las instalaciones de Granja de Rocamora, para tratar de dar a los asistentes unas pautas en la búsqueda de empleo, a pesar de que nosotros tratamos de allanarles el terreno yendo previamente a los empresarios.

Otra actividad que pusimos en marcha fue una Jornada de Responsabilidad Social Corporativa. Por un lado, para despertar en la personas con problemas o secuelas de discapacidad y dependientes las ganas de sentirse útiles, abrirles los ojos para que se dieran cuenta de que son necesarias en la familia y en la sociedad; y, por otro, para explicar al empresariado qué es eso de la Responsabilidad Social Corporativa. Y así, por ejemplo, a los empresarios les quedó muy claro que el hecho de insertar en su empresa a una persona con determinadas deficiencias físicas o sensoriales no le supone una carga. Y estas personas, además de demostrar al empresario que pueden y que tienen una capacidad diferente, les aporta unas compensaciones económicas, que van desde seguridad social hasta adaptaciones de puestos de trabajos subvencionados.

Mediante un convenio con el Ayuntamiento de Orihuela, estamos gestionando un Centro del Voluntariado en la Comarca. Contamos con mas de 250 voluntarios jóvenes a los que se les dan charlas de formación de voluntariado y, dependiendo de sus intereses, llevan a cabo ese voluntariado en nuestra propia ONG o se les redirecciona hacia otras ONG.

Además, hemos ampliado los Servicios socio-sanitarios a nuestros asociados con la incorporación de una Trabajadora Social, una Psicóloga y una Fisioterapeuta, que nos permiten desarrollar el Programa de Atención Psicológica, el Programa de Fisioterapia y Rehabilitación y el Servicio de Transporte Adaptado gracias a la cesión de una furgoneta adaptada.

Para los próximos años nuestro objetivo es seguir ampliando la cobertura de nuestros servicios y programas y disponer de un centro propio que nos permita mejorar la calidad de los servicios que desarrollamos.