San Josemaría Escrivá

La sección de Viva, “Día Histórico”, del periódico La Nación publicó el pasado 8 de julio de 2004 una breve biografía de San Josemaría.

En su último libro, ¡Levantaos! ¡Vamos!, el Papa Juan Pablo II consigna: “He estado también al lado de iniciativas nuevas, en las que sentía el soplo del Espíritu de Dios. Con el Camino Neocatecumenal me he encontrado solamente en Roma. También con el Opus Dei que erigí en prelatura personal en 1982. Se trata de dos realidades eclesiales que despiertan en los laicos un gran deseo de vincularse a ellas... En octubre de 2002 tuve la alegría de inscribir en el Registro de los Santos a Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, celoso sacerdote, apóstol de los laicos para tiempos nuevos.”

San Josemaría nació en Barbastro, España. Realizó los estudios eclesiásticos en Logroño y Zaragoza, y fue ordenado sacerdote en 1925. Cursó la carrera de derecho en la Universidad de Zaragoza, de 1923 a 1927, y alcanzó el doctorado en la Universidad de Madrid; posteriormente obtuvo también el doctorado en Sagrada Teología en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Fue Superior del Seminario de San Francisco de Paula de Zaragoza; profesor de ética general y moral profesional en la Escuela de periodismo de Madrid, y profesor de derecho canónico y derecho romano en Zaragoza y en Madrid.

Inició labores pastorales en parroquias rurales y más tarde las ejerció en barriadas pobres, entre estudiantes universitarios y personas de todas las condiciones sociales. Por inspiración divina, en 1928 fundó el Opus Dei, institución de la Iglesia Católica cuyo fin es difundir entre todas las personas la llamada universal a la santidad en medio del mundo, a través del trabajo profesional ordinario. A partir de entonces, mantuvo una incansable actividad pastoral, predicando cursos de retiro espiritual, atendiendo sacerdotalmente a millares de almas y extendiendo en profundidad la labor apostólica de la obra.

En 1946 fijó su residencia en Roma, donde estableció la Sede Central del Opus Dei; desde allí realizó un intensísimo trabajo, dirigiendo la labor apostólica del Opus Dei en todo el mundo y proporcionando a numerosas personas una sólida formación espiritual, por medio de sus escritos y de su predicación constante. Además de diversos estudios históricos, teológicos y jurídicos, escribió libros de espiritualidad, como Camino, Santo Rosario, Es Cristo que pasa, Amigos de Dios y Vía Crucis. Falleció en Roma. Para entonces, el Opus Dei estaba extendido a los 5 continentes, y contaba con más de 60.000 miembros de 80 nacionalidades. Fue canonizado en octubre de 2002. Su fiesta litúrgica se celebra el 26 de junio. Su cuerpo reposa en la iglesia Prelaticia de Santa María de la Paz, en Roma.

Marta Castegnaro // La Nación