Recuerdos de Don Alvaro

Don Alvaro: recuerdos de una madre de familia y su hijo. San José, Costa Rica

Era el año 77 ó 78, Peter Waite de 10 años vivía en Bolivia con su padre y su madre Victoria, costarricense. Su abuelo, bautizado pero hacía años no practicante, estaba muy mal de salud en Chicago, Estados Unidos.

Peter le escribe a don Alvaro del Portillo una carta pidiéndole que rezara ante la tumba de San Josemaría por su abuelito, para que pudiera recibir los últimos sacramentos y muriera en paz con Dios. Su abuelo tenía años de no practicar la fe.

Actividades en el centenario de Álvaro del Portillo

Además, Peter le envía a don Alvaro dos fotos de sus papagayos y por detrás de una de las fotos le escribe: éste pica!

El niño con su madre envían la carta a Roma.

Al mes, les llega una carta de Roma escrita a máquina y firmada por don Alvaro. Decía que ese día había ido a rezarle a San Josemaría (en aquel momento no estaba canonizado) por su abuelo.

En esos días llegó una carta con la noticia de que había fallecido el abuelo. Se había retrasado porque las conexiones postales existentes en aquel entonces entre Estados Unidos y Bolivia no eran las mejores.

Victoria se fija en la coincidencia de fechas. La fecha que indican como día del deceso en la carta es la misma fecha en que Don Alvaro rezó por el abuelo de Peter.

Llega otra carta. Era el 9 de enero, aniversario del cumpleaños de San Josemaría. La carta estaba rota, maltratada. La enfermera que atendió al abuelo escribe diciendo que había fallecido. Ya habían pasado como 3 meses. Comenta que lo había visitado un sacerdote católico varias veces y que había recibido los santos sacramentos.

No hay duda de la intercesión de San Josemaría por el abuelo de Peter y la eficacia de la oración de don Alvaro. Acudió a San Josemaría y éste le complació.