Elena Rodríguez es una de las cientos de miles de jóvenes que viajarán a Lisboa este mes de agosto para participar de la Jornada Mundial de la Juventud. Estudia Farmacia en Granada, ciudad en la que vive, concretamente en el Colegio Mayor Alsajara. 

Como tantos otros, es la primera vez que participará en una JMJ, y dice estar muy ilusionada y agradecida. Ha decidido ir a Lisboa con sus amigas del colegio mayor, ya que cuenta que, después de ir a Roma esta Semana Santa al Congreso UNIV con Alsajara, descubrió que este tipo de encuentros en los que muchos jóvenes comparten su fe y están cerca del Papa abren los ojos y el corazón, al mismo tiempo que ayudan a estar más unidos y afianzados en el amor de Dios. 

También cuenta que hace unos meses se sintió interpelada por una frase que les dijo un profesor en la universidad. Citando una frase del papa Francisco, animaba a esos jóvenes que le estaban escuchando a no vivir su fe en aislamiento o solitariamente, sino a “compartirla en comunidad, como un solo pueblo amado y querido por Dios”. Por eso se animó a participar en más encuentros similares, en los que jóvenes de todo el mundo comparten una misma fe: “Estoy convencida de que el mundo necesita una Iglesia viva, con gente joven y esperanzada”.

Enlace relacionado Especial Jornada Mundial de la Juventud (Lisboa, 2023)

Elena ya está preparando la maleta para comenzar el viaje en unos pocos días. Confiesa estar nerviosa y haber leído y preguntado bastante sobre lo que se suele hacer en una JMJ: “A pesar de haber leído el programa, los consejos que he recibido de gente que ha vivido esta experiencia, es que nos dejemos sorprender, ilusionar y vivamos plenamente la intensidad de estos días con el corazón abierto y Dios hará el resto”.