A mitad de los años 60, el cinturón metropolitano de Barcelona crecía vertijinosamente a consecuencia de una masiva migración laboral, una nueva escuela abría sus puertas para cubrir la carencia de equipamientos educativos.
El colegio Xaloc, de L’Hospitalet de Llobregat, nació bajo la iniciativa de un grupo de personas, algunos de ellos fieles del Opus Dei, con la voluntad de ofrecer una educación de calidad. Bien pronto, con el impulso de un nuevo grupo promotor y algunas mujeres del Opus Dei, Hospitalet vería también la puesta en marcha de Pineda, un centro similar dirigido a chicas.
Xaloc está celebrando sus cuarenta años bajo el lema “Soñad y os quedaréis cortos”, una frase de san Josemaría. Explicando el motivo de esta elección, el actual director, Miguel Andreu, dice: “En Xaloc soñamos cuándo sólo había ilusiones; continuamos soñando cuando ya había unos campos embarrados, y soñamos ahora cuando nos lanzamos, junto con Pineda, a hacer un Centro de Educación Infantil, como siempre sin un céntimo. ¡Cuántos sueños en estos 40 años!”. Y añade: “Pero también, justo es decirlo, la realidad ha superado los sueños”.
Una nueva etapa
El nuevo centro de Educación Infantil Xaloc-Pineda, que a penas se ha empezado a construir, cuenta con el impulso de padres, antiguos alumnos, empresas del entorno e instituciones privadas y públicas del sector. Ofrecerá educación pre-escolar (de cero a tres años) y educación infantil (de tres a seis años). El alcalde de la ciudad y el presidente de la Diputación de Barcelona colocaron la primera piedra en un acto oficial que tuvo lugar el pasado 21 de noviembre. Al acto asistió también un representante de la Generalitat de Catalunya.
El acto se enmarca en la celebración de los 40 años de Xaloc. El presidente de la Asociación de Madres y Padres dio las gracias a los profesores, padres, alumnos, trabajadores y amigos que han participado en esta labor educativa. “El espíritu del Opus Dei, que ha informado esta iniciativa”, dijo también, “ha hecho posible que miles de padres de L’Hospitalet, de Barcelona y del Baix Llobregat, viniéramos de dónde viniéramos, pensáramos cómo pensáramos, pudiéramos dar a nuestros hijos una enseñanza de calidad, ayudándonos en la tarea de educar a nuestros hijos y respetando siempre la libertad. Doy las gracias también al personal de dirección del centro por entender que somos los padres y las madres los principales protagonistas de la educación de nuestros hijos, por ayudarnos a ser mejores padres, por enseñarnos que la dignidad del hombre recae en su condición de hijo de Dios”.
