Una casa

​Querría contar un favor recibido de Dios por la intercesión de Dora. Somos un matrimonio con cinco hijos, entre los 6 y los 17 años. Hace unos años decidimos enviar nuestros hijos a los colegios de Sternik. Nuestra casa está bastante lejos de esas escuelas, entre 36 y 50 kilómetros, y nos absorbía mucho tiempo y energías llevarlos y traerlos.

Querría contar un favor recibido de Dios por la intercesión de Dora. Somos un matrimonio con cinco hijos, entre los 6 y los 17 años. Hace unos años decidimos enviar nuestros hijos a los colegios de Sternik. Nuestra casa está bastante lejos de esas escuelas, entre 36 y 50 kilómetros, y nos absorbía mucho tiempo y energías llevarlos y traerlos.

Este año acordamos alquilar una casa o un piso cerca de la escuela. Desgraciadamente, nuestras posibilidades económicas son bastante modestas, podíamos destinar al alquiler solamente unos mil złotych.

Con fe en la Providencia divina, empezamos a buscar. Entre otras cosas, imprimí un anuncio, y mi mujer lo fue colgando en Międzylesie, por los alrededores del colegio. Buscamos también en internet, vimos muchos pisos y casas y por el precio que ofrecíamos sólo conseguiríamos un pequeño apartamento. Entretanto empecé a pedir a Dora ayuda en la búsqueda de una casa para nuestra familia.

Después de un mes, nos decidimos por un pequeño piso de tres habitaciones en Józefów, por 1.400, zł. Firmamos el contrato el viernes, y el sábado nos cambiamos de casa. Al firmar el contrato tenía el presentimiento de que no era el lugar definitivo para nuestra familia.

Pasada una hora de nuestro traslado a ese piso, llamó un señor de Międzylesie, que había leído nuestro anuncio, y dijo que nos podría alquilar un piso –con una parcela de tierra– en una casa que no estaba habitada, por 1.000 zł. El piso tiene cinco cuartos, y dos baños. Y está a unos 500 metros de la escuela… En el primer momento le dije que no estaba interesado, porque acabábamos de alquilar otro piso. Además la situación se complicaba al haber firmado un contrato que no podría rescindir antes de que pasaran tres meses.

Sabíamos que el dueño del piso de Józefów no aceptaría una anulación inmediata del contrato, así que decidimos buscar alguien que nos sustituyera. ¡Y lo conseguimos! En dos semanas encontramos otra familia que buscaba casa precisamente en esos alrededores. Y nosotros nos trasladamos a nuestra casa en Międzylesie. Mi mujer está encantada con los muebles de la cocina. Por primera vez los niños van a la escuela a pie, y nosotros estamos felices porque Dios una vez más cuidó de nosotros.

Sólo después de estar viviendo ya en la nueva casa supimos más cosas de Dora, y entonces conocimos su carisma: ¡cuidar de la casa!

M. G. (Polonia)

18/11/2015